Esta palabra me suscita
algo especial. Nunca he podido entender su connotación jurídica, su uso exclusivo
e imperativo en el ámbito de los estrados judiciales. Porque comienza con
cuatro letras más cercanas a palabras como querendón o quereme, que con un
pleito legal entre dos personas. Es decir, la siento más cerca de los afectos
que de dos personas vociferando y manoteándose delante de un juez. Aunque, vaya
paradoja, muchos afectos terminen en esto. Pero me gustaría usarla, por ejemplo,
en frases declaratorias de una inocultable atracción o cariño hacia una mujer:
desearía tener una querella contigo, eres querellable, te querellé siempre, te
querello, mi amor… en fin.
Somos un grupo de profesionales especializado en la redacción y corrección de todo tipo de textos. Ofrecemos nuestros servicios a personas y empresas, para optimizar la comunicación escrita, aportar un valor a su imagen personal o corporativa, por medio de escritos amenos, sencillos, concisos y acertados, con el soporte de las normas del idioma, la agilidad y universalidad de la redacción periodística, y el ritmo, riqueza y estilo de la literatura.
Escribanía
Escribir bien abre puertas
No hay comentarios:
Publicar un comentario