Escribanía

Escribir bien abre puertas

sábado, noviembre 16, 2013

Querella

Esta palabra me suscita algo especial. Nunca he podido entender su connotación jurídica, su uso exclusivo e imperativo en el ámbito de los estrados judiciales. Porque comienza con cuatro letras más cercanas a palabras como querendón o quereme, que con un pleito legal entre dos personas. Es decir, la siento más cerca de los afectos que de dos personas vociferando y manoteándose delante de un juez. Aunque, vaya paradoja, muchos afectos terminen en esto. Pero me gustaría usarla, por ejemplo, en frases declaratorias de una inocultable atracción o cariño hacia una mujer: desearía tener una querella contigo, eres querellable, te querellé siempre, te querello, mi amor… en fin.   

No hay comentarios: